Inicio de 2016 - Lenguaje Simbólico, por Alex Q.

Cuando llegaba el primer segundo de vida del 2016 en Buenos Aires, sobre el horizonte (Este) se observaba el grado 26 de Virgo ascendiendo, custodiado por la Luna, Júpiter y el Nodo Norte. ¿Qué tal?
Virgo 26 nos remite a la imagen de un niño que sirve como portador del incienso en el altar de un templo. Está llevando a cabo un ritual sagrado: algo simple, perfumado, realizado con devoción es lo que se "instala" en el horizonte de Buenos Aires en este inicio de año. También el trabajo en silencio, que es a la vez amoroso, pausado, rítmico. No es la gloria lo que se siente. Sino más bien una correspondencia con Virgo y la Casa 6: lo cotidiano, la presencia de nuestro ser en el pequeño detalle. El "Hágase en mí según Tu Palabra". El "Hágase Tu Voluntad".
El Nodo Norte también se halla en Virgo 26, proponiéndonos crecer en ese sentido: dejar atrás las reacciones (Piscis 26, el grado opuesto/complementario), no hacer foco en lo que nos separa sino en aquello que nos une.
La Luna en Virgo 29 (aunque el grado 29 es generalmente considerado difícil) nos describe la imagen de un hombre que está obteniendo sabiduría al leer unos antiguos manuscritos... Las emociones de este inicio de año acompañan el símbolo anterior: detalle, pausa, sosiego, mesura. Y también la puesta en marcha de "una suerte de espiritualidad práctica". No olvidemos que estamos hablando de Virgo, signo de Tierra, que aunque se permite mutar también nos describe algo concreto. De alguna manera, nuestro "cuerpo emocional" nos está informando que es hora de integrar, de ver cuánto progreso hemos venido haciendo al darle la bienvenida a la sabiduría de nuestras emociones. 
Que las bendiciones sean.