INTRODUCCIÓN AL CONOCIMIENTO DEL LENGUAJE DE NÚMEROS

LA CIFRA: HERRAMIENTA DE AUTOCONOCIMIENTO - Por Alex Quaranta

“...y el Verbo se hizo Cifra, y habitó entre nosotros...”

La llamada “Numerología” es etimológica y ontológicamente el estudio del “logos” del número; esto es, el conocimiento del número como entidad cualitativa y metafísica, capaz de trascender y, a la vez, incluir el uso matemático y cuantitativo que se le otorga. Dicho esto, podemos afirmar que los números también constituyen un alfabeto que, al buscador de lenguajes, se le presentará como una música nueva, una melodía que apreciará cada vez más intensamente, y que, en el mejor de los casos, ya no dejará de escuchar; porque ese idioma esencial y coherente comenzará a expandir su conciencia y pondrá luz sobre los asuntos de su vida. Donde nos habitaba el pensamiento errático, ahora la Cifra se hace Palabra y la Palabra vibra en Cifra, alternando la una y la otra, en un equilibrio de fuerzas, armonía y belleza nunca antes percibido.
He dicho -ex profeso- “lenguajes” porque los hay, y variados, derivados del uso de este alfabeto de números. La utilización meramente divulgativa es una de las posibilidades y habrá momentos para ello también durante nuestro aprendizaje.
En nuestros cursos y talleres, sólo nos dedicaremos al lenguaje metafísico de números, el que nos proveerá herramientas para disciplinar nuestra mente y explorar las profundidades de nuestra alma; las que ejercerán atracción hacia el Orden Universal y del cual derivaremos, al ejercitarnos en su propuesta, una vida de equilibrio evolutivo, expansión y, a la vez, de profunda conexión con el Aquí y Ahora.
Me gratifica compartir con ustedes, lectores y estudiantes, que la disciplina del lenguaje de los números no es un canal para “salir del mundo” sino un puente para atravesarlo; un puente a cuyos lados nacen “escaleras a la tierra” -que nos permiten descender y caminar los terrenos que la vida nos ofrece-; y también “escaleras al cielo”, para subir y adquirir nuevas perspectivas de observación de ese terreno vital; pero siempre en contacto con el contexto que nos rodea.
Auguro que el estudio de estas herramientas de autoconocimiento les ayude –nos ayude- en el diario vivir, nos inspire a acercarnos al campo energético que, desde siempre, aguarda que accedamos voluntariamente a él, porque como está escrito:
“Yo estoy a la puerta, llamo y aguardo. Quien abra la puerta,
Yo cenaré con él, y él, Conmigo”.