El año 2012, simbólicamente, y en lo atinente a su "don o energía regalo" nos aporta la reconexión con este relato atemporal. Curiosamente, el nombre de Prometeo significa "el que ve antes", es decir, el vidente. Recordemos que Prometeo roba el Fuego de los dioses para entregarlo a la humanidad, "consciente" de que recibiría el castigo de Zeus (Júpiter, en la mitología romana) por ese acto de rebelión. Él podía ver cuál sería su condena. Los Héroes siempre saben cuál es su Misión. No obstante, la cumplen.
A esta altura, es importante darnos cuenta que con el "fuego" (ahora con "f" minúscula) los humanos podemos asar las carnes, salir del estado "crudo"; somos capaces de transformar la naturaleza animal y nutrirnos, permitiendo que las PROteínas sean incorporadas a nuestros cuerpos en las condiciones que éstos las requieren. Por otra parte, el Fuego (con F) es inspiración, la posibilidad de recrearnos, de renacer una y otra vez. Además, la historia se completa simbólicamente con los 30 años (el 12 y el 30 tienen el mismo número síntesis = 3) que Prometeo pasó atado a una roca mientras un águila comía su hígado (que se renovaba día a día); hasta que Hércules (¡¡¡el de los 12 Trabajos!!!) lo rescata de su esclavitud. El hígado cumple funciones metabólicas y de desintoxicación de la sangre. Vale la pena también recordarlo.
Y ahora, les dejo el mensaje, porque ya se estarán preguntando qué tiene que ver todo esto con el 2012: Este año nos regalará el valor necesario (potencialmente hablando) para ACEPTAR LOS SACRIFICIOS (oficios sagrados) en PRO de un BIEN MAYOR. Una PROMESA -cuando PROMETEMOS- (ya lo están viendo claro) es VER HACIA ADELANTE, saber con TODA NUESTRA SUSTANCIA que algunos cambios son para el BIEN que tiene que completarse. Y entonces: "Si todavía no está pasando nada bueno es porque la historia no ha terminado aún. Porque todo TERMINA BIEN, SIEMPRE". Bendito año de OFICIOS SAGRADOS (léase "sacrificios") para que la expansión de nuestra conciencia PRO-VEA al BIEN MAYOR en nuestras vidas.
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