Ciudad del Vaticano, 13/3/2013 * 19:06 Con Sol en Piscis, Luna en Aries y Libra ascendiendo es anunciada la jefatura de S.S. Francisco, máximo exponente de la Iglesia Universal. El regente de esta Carta es Venus que se ubica en Piscis en Casa VI. Hablaremos del mandato de un servidor (VI) que viene a expresar el Amor de Cristo (Piscis) en lo cotidiano (Venus en VI). Luna y Urano en Aries, en VII, nos anuncia una espontánea carga emotiva de su pueblo, aunque con una mirada menos sensible y más reservada (o dura) desde su Argentina natal (Plutón en IV en cuadratura a Luna en VII), quizás por razones de "poder" (Plutón). Júpiter en Géminis en IX nos habla de una fuerza y proyección espiritual en la palabra que comienza a manifestarse en el mensaje que comparte, palabras elevadas, que se sostienen espiritualmente (Casa IX) pero siempre dentro de un orden también comprensible desde lo intelectual (Géminis). No obstante, Lilith -Luna Negra- se ubica en IX, y esto nos señalaría la necesidad de una revisión de sus propias validaciones en relación al mundo del espíritu, de esa propia humanidad que se ha exiliado y que pudo haber quedado en sombras, como la de todo humano: en su niñez, en su adolescencia, en su edad adulta. Ahora bien, como Júpiter hace un contacto de ajuste con Saturno en Escorpio en II, S.S. no tardará en poner sus valores ciertos, serios y honrados en favor de un mensaje espiritual real, concreto y tamizado de sus propios "errores" como ser humano. El Sol (propósito) de la asunción se ubica en VI, y eso describe un camino cotidiano, diario, de iluminar el día a día de la Iglesia. Marte en Piscis en VI, también nos ayuda a comprender que la acción -muy sensible y compasiva- también se inscribe en el diario vivir, ayudando a concretar el propósito de su magna misión. La Pars Fortunae en XII me hace pensar que quienes se situaban como "enemigos ocultos" de S.S. pasarán a ser colaboradores porque comprenderán su valía y su honestidad, con el tiempo, claro. La Parte del Infortunio, desconectada, en Tauro y en VIII, sumada al poco elemento Tierra en la Carta de la asunción, nos hace presentir que habrá que apoyar mucho en oración a Francisco -como S.S. lo ha solicitado en sus primeras palabras- velando por su salud e integridad física para sostener su mandato, de tal forma de que ninguna de las grandes transformaciones que promete se vean impedidas durante su gestión. Aporte de Alex Q.
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