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Cerrando el 2013 - Abriendo el 2014 * Por Alex Quaranta

Cerrando el 2013 - Abriendo el 2014 * Por Alex Quaranta

 

 

Cerrando el 2013 - Abriendo el 2014

Año 6 hacia Año 7.

El mes de diciembre de 2013 aporta cualidades #9.  De esto, ya hemos tenido noticia. La energía marciana/plutoniana (9) estuvo a la orden del día. Y más que nunca antes, quizás, porque Venus (6) y Plutón (9) se encuentran en una dinámica de tensión y complementariedad, ya que, astrológicamente rigen el eje Tauro-Escorpio, respectivamente.

Lo mío, lo tuyo. Lo que se queda conmigo, lo que elimino. Mi cuerpo, tu cuerpo. Y así.

En diciembre, se nos ha dado la última oportunidad de definir los terrenos, los límites.

O de poner una bomba en el medio y que vuele lo mío, lo tuyo, y chau. ¿Se sintió? En el mundo hay ejemplos muy representativos de esta energía, y no creo equivocarme.

Sin embargo, podemos relativizar esos extremos para así ayudarnos a depurar nuestro aparato psíquico, emocional, físico. El espiritual, no. Porque éste permanece siempre inmaculado. No hay nada que lo manche, que le reste, ni tampoco que se le pueda agregar o sumar. Es. Simplemente. Misterio. Inasible.

De un año Venus 2013 (6) nos vamos hacia un año Neptuno 2014 (7). El primer mes, enero, aportará vibración 8 (Saturno). Habrá pruebas (8) en relación a las creencias (7) y paradigmas (7) que nuestro intelecto sostiene. Ya veremos de qué se trata.  Las cosas no son lo que parecían. O por lo menos, no lo son en un 100%.  Tendremos que ser más sutiles y para ello hay que hacer ejercicios de "espiritualización del mundo de los conceptos".  Primero, paciencia. En un mes 8, necesitaremos paciencia. Así que desayunemos mensajes de paz, quietud, sosiego durante todos los días de enero. Un poquito de música clásica, sonidos armónicos que nos devuelvan el color del equilibrio interior.

Ahora bien. ¿En qué energía cierra este 2013? Precisamente, hoy 31-12-2013.  La Ciencia de los Números es sencilla, aunque está plagada de paradojas, claro. Pero es matemáticamente hablando, sencilla.  3+1+1+2+2+0+1+3 = 13 = 1+3 = 4.  

El 4 nos dice que esta noche estaría bueno brindar por un objetivo claro, por el advenimiento de un "norte", de un destino.  No todos tenemos un destino. Algunos tenemos muchos. Y ese es el problema. El barco no puede dirigirse a todos los puertos en un Presente. Se necesita de una brújula y de un mapa de ruta. Es todo. Y no es poco.

El primer día de enero se inaugura con energía 9. (1+1+2+0+1+4 = 9).  Parece que del 9 nadie nos mueve, ¿no?   Los tres grandes se juntan en un espacio-tiempo especial: año 7, mes 8, día 9. 

Estamos acercándonos al final de una etapa, claramente. En un año 7, hay que cerrar un ciclo de aprendizaje. No se puede seguir llenando la biblioteca de teorías e hipótesis de cómo debería funcionar el mundo.

Es tiempo de ir acercándonos a lo concreto. Y lo que no nos ayuda (o va a ayudar) a materializar, a crecer, tendrá que ser eliminado.  Se acabaron los ideales.  Gracias, Dios, porque con lo que tengo hago lo mejor que puedo. Para mí y para todos.

En muchas ocasiones, lo mejor nos quitó el gusto de lo bueno.  Lo ideal nos privó de lo posible.  Lo perfecto nos desdibujó lo perfectible.

Amigos, a reflexionar con el corazón. ¿Raro, no? Sí. Dejemos que el corazón piense esta noche. Que nos conecte con el mar (7/Neptuno) de las miradas humanas, que piden esperanza, que anhelan un tiempo (8/Saturno) mejor.  Usemos la energía marciana (9) para darnos y dar el combustible que nos impulse de adentro hacia fuera, del yo al Yo, de lo visible a lo invisible, de lo personal a lo impersonal, de todos los posibles al único posible: YO, AHORA.

Bendecido Final. Bendecido Inicio. Armonioso Ahora.

Alex.

 

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