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Simbholos® Simbolizando la Vida ®

70 veces 7 * Por Alex Quaranta

70 veces 7 * Por Alex Quaranta

"...Entonces se le acercó Pedro, y le dijo: Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete." (Mateo 18:22)
En la lengua aramea de Jesús, la expresión "70 veces 7" era una manera de decir "sin poner límites", "siempre".
Curiosamente, esta manera de hablar involucra números y nos da la oportunidad de hacer una sencilla cuenta. 70 veces 7 es 490.
Hace mucho tiempo ya, advertí que 490 es un giro completo a la Rueda Zodiacal de 360 grados y una prolongación hasta el grado 130. (O sea 360 + 130 = 490).
La "estación" 130 del mandala astrológico corresponde al grado 10 de Leo. ¡Nada más ni nada menos! Por asociación simbólica, el perdón se alojaría -por lo menos desde mi curiosa capacidad de simbolizar- en ese territorio.
Leo es el signo solar por excelencia, el único, ciertamente, regido por el Sol. Y al Sol en números lo simbolizamos con el 1. El grado 10 también es un "gran 1" ya que 1+0 = 1.
Un primer intento de aproximarnos a este símbolo es "Dios, el Uno, a través de nosotros y de nuestra apertura al perdón, es quien se manifiesta para hacerlo, merced también a nuestra individualidad (1), a ser Uno con Él".
En las primeras décadas del S. XX, Marc E. Jones y la vidente señorita Wheeler crearon (o trajeron a nuestra conciencia humana) los famosos Símbolos Sabianos, una imagen simbólica para cada grado del zodíaco. Según esta maravillosa estructuración de significados simbólicos, el grado 130 (10 de Leo) se asocia al "fresco rocío que cae anunciando el amanecer". Ciertamente, es un grado de transfiguración. Nos recuerda que, tarde o temprano, todos hemos de atravesar la "oscura noche del alma" por habernos quedado estancados en la falta de perdón, a fin de renacer al nuevo día, lleno de luz y de posibilidades nuevas, de gozos por descubrir, de claridad y de frescura. La frescura del rocío de una nueva mañana que preanuncia la salida de Febo.

En el entramado Maya de 260 energías o kines, el 130 ocupa, obviamente, el lugar central. Y es una clara referencia al "amor que trasciende toda limitación", al centro, a poder estar y permanecer en eje vertical-horizontal: recibir de nuestro Creador para darnos y dar a nuestro prójimo. No olvidemos que, tanto 490 como 130, se reducen a 4.  Y el 4 es el símbolo de la cruz, imagen en cuyo centro confluyen ambos ejes de nuestra realidad divina y humana.

Asimismo, transfigurar es cambiar de figura o aspecto. En un proceso penal, el cambio de "figura o carátula" aporta una nueva manera de procesar un juicio. Otra perspectiva, otra mirada, otra búsqueda.
Quizás, perdonar sea también aceptar la ocasión de "cambiar de carátula" en nuestro tiempo, dándonos la oportunidad de crear un comienzo, un nuevo ciclo, más fresco, rociado e impregnado del agua de la vida del presente, aquí y ahora, sin las cargas del ayer y las sombras del pasado.
Setenta veces siete, hoy y siempre, tengamos todos una fresca, matinal, soleada y "per-don-adora" vida. De corazón, Alex.

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